Cuando piensa en diseño y comercio electrónico, puede que lo primero en lo que no piense sea en la emoción. Pero creemos que debería. Para conseguir que los visitantes compren su producto, apelar a sus emociones es una estrategia demasiado poderosa como para ignorarla.
Los usuarios satisfechos no sólo están más dispuestos a comprar, sino que también son más persistentes a la hora de navegar por su sitio web. Serán más indulgentes con tus errores y más propensos a recomendarte a otros.
Aarron Walter ha escrito un perspicaz libro titulado Diseñar para la emoción en el que explica cómo deleitar a los usuarios a través de un gran diseño. Walter ofrece algunos consejos prácticos para que el diseño resulte más agradable a los usuarios, y esto puede aplicarse fácilmente al diseño para el comercio electrónico.
La mayor parte del libro gira en torno a la necesidad del diseño centrado en el ser humano. Un buen diseño tiene personalidad y comunica como un ser humano a nivel emocional. Esto puede parecer una obviedad, pero sorprendentemente pocos sitios de comercio electrónico muestran suficiente personalidad real. Pueden atraer a los principios de la persuasiónpero fracasan a la hora de demostrar que hay un equipo de personas reales detrás del sitio.

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Pensar en su sitio web de esta manera le permite hacer que cada pieza de comunicación sea más coherente con quién es usted. Esto se aplica tanto a la redacción como al diseño visual.